Enorme polla destrozando un pequeño coño

El marido no es tonto y como a la mayoría de los hombres le gustan las jovencitas cachondas y con muchas ganas de sexo, su mujer le ha dado permiso para follar con una de ellas y la única condición que le ha puesto es que le permita estar presente en toda la follada que este afortunado le está pegando a su vecina.